Desde hace muchos años, en los hatos y fundos del llano se hacía uso del aceite de copaiba para diferentes actividades, pues era una materia prima indispensable para las familias llaneras. Esto dejó en el territorio una huella cultural muy significativa que, con el paso del tiempo, se fue perdiendo, al punto que ni los nativos de la zona conocían de las bondades del árbol, o que el árbol de aceite o de palo -como se le conoce popularmente- diera aceite. Por esta razón, Vita Copaiba empieza a revivir esta cultura y a contarle a los nativos acerca de las bondades de esta especie, ofreciendo a los campesinos conocimiento y apropiándolos de las riquezas naturales con las que cuentan en su territorio.